viernes, 6 de noviembre de 2009

Amores Perros (2)

Y quizás más allá de la última nube que oscureció el cielo de tu ocaso, me atrevo a escribirte sin saber realmente dónde volarán estas letras llenas de vacío. Porque ya no estás, porque ya no vuelves, porque decir nunca más, resulta tan inútil como tratar de NO imaginarte pintando mi vida con el campanear tecnicolor de tu risa. Quise pensar que pronto volvería a encontrarte, porque no era justo que te fueras. Pero no es así.




Por eso, al nombrarte me cuesta tanto escribir nunca más.

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